Combatant du guerre

Llegó la hora de guiar la barca
hasta los confines de los Cerafines,
que moran extasiados y jamás saciados
del trajín divino, llevan, suben, traen,
febril movimiento, más veloz que el viento.

Llegó pues la hora, os lo digo hermano
de elevar el Ego, de hincar la rodilla,
de juntar las manos en dulce oración,
y de éxtasis lleno sea el corazón,
la tea divina sea ya encendida.

Pesto que sois depositario del Sacro Copón,
hay que merecerlo, ser un incensario
del humo divino, vehículo limpio, abierto corazón,
servir al que pide del vino divino,
consejo, cura, alivio, todo eso Napoleón!

Vuestra misión es dura, y no esperéis nunca,
remuneración, más sí, envidia, ruptura y
desilusión, algunas cosas buenas tendréis
alegrías, goces, beatitud y más,
Sed pues, tea encendida, brillante copón
y Sacro incensario. Au revoir! Napoleón.

FEVAL.