Pensamiento Sobre las Religiones

Amigo mío: ningún cura salva,
un pastor? Tampoco.
Ni ninguna religión.
Lo que su te puede salvar,
es o que sale de tu corazón.

Los buenos pensamientos
sin odio para nadie,
sin deseos impuros
el dominio de tu potro.

Siempre he creído en Dios
toda mi rica vida,
y no recuerdo nunca
tener la fe perdida.

No andes ofreciendo salvación
al que ya tiene su propia religión,
No metas en miedo a nadie, ya viene Cristo!
Y lo pintas como el anticristo.

La venida del Cristo debe ser alegría,
y el que lo logre ver tendrá la salvación.
busca tu propia redención,
deja la vida ajena en paz
porque tendrán condenación.

Porque temerle al diablo a satanás?
Si el que vive con Cristo no temerá, jamás.
Hay que vivir contento, no triste,
tu miedo es miedo vano, ese diablo, no existe.

Lo que claro que existe, es la maldad humana,
la envidia, la avaricia, el falso testimonio,
y si tu practicas eso en contra de tu hermano
aunque recites la biblia entera de memoria, sos el puro demonio

No le digas a nadie que le hace falta Dios,
que sabes tu del íntimo secreto que existe en cada ser ?
como puedes tu juzgar su religión sentida?
te crees erudito? Pues no, eres un maldito.

Yo no hago cosas del montón, ni demostración,
yo oro en silencio, con toda devoción,
yo no soy ningún beato, que va siempre
a la iglesia para pasar el rato.

No canto, ni grito, ni palmeo las manos,
para no desvelar, ni molestar a mis hermanos,
no oído a nadie, amo a todo el mundo,
asi anden limpios o anden inmundos.

Hablas del SÁBADO?
alabado, el Señor curó ese mismo día,
y te digo no seas dromedario
no andes creyendo en ningún calendario.

El cielo es algo espiritual
es un estado de conciencia,
no es lugar especial
no hay ningún ritual.

Cuando amas y eres amado
estas en el cielo, no mortificado,
cuando nada te duele y tienes trabajo
estas en el cielo, tu ánimo arriba.

Cuando cumples con todas tus obligaciones
sin preocupaciones, estas en el cielo,
cuando no odias a nadie y a todos quieres
sientete en el cielo, repartiendo flores.

En fin cuando no tengas miedo a nada,
ni a nadie, con sanos deseos y amor,
y sientas elevado tu espíritu, tu alma iluminada,
es como estar en el cielo, con Nuestro Señor.
Y
Y aunque no lo creas
Pues
El Señor se preocupa
tanto por mi, en todo momento
que ya vive en mi casa
y no en el firmamento.

Napoleón Tercero Paiz